Diego Maradona tenía 33 años y llegaba al Mundial de Estados Unidos 1994 con un nivel aceptable pero con el peso propio de ser una leyenda del fútbol. Alfio Basile, el director técnico de aquella Selección, decidió ponerlo de titular y en el primer partido frente a Grecia por la fase de grupos quedó inmortalizado con uno de los festejos de gol más icónicos de la historia de los mundiales.
28 años pasaron de aquella celebración donde parecía desahogar una rabia extrema: corrida hasta la cámara, ojos exaltados y un grito desaforado en primer plano para festejar un gol que había sido majestuoso.
Sin embargo, para comprender dicha efusividad en el festejo se debe recordar que Maradona llegaba a su cuarta Copa del Mundo con un período lleno de claroscuros en su carrera, que se dieron a partir de Italia 90´.
Recuerdos Mundialistas: ¿qué es el "desastre de Suecia" y por qué Argentina tuvo su peor Mundial en 1958?En 1991 fue suspendido por doping, lo que fue el detonante de su salida del Napoli; en 1992 regresó al fútbol español para jugar en Sevilla donde fue dirigido por Carlos Bilardo y tuvo como Diego Simeone; en tanto en 1993 tuvo un fugaz paso por Newell´s Old Boys.
Sumado a ello, estaba el condimento de que la Selección había logrado la clasificación en un repechaje frente a Australia, sin Maradona. Pero Diego no se quería perder su última cita mundialista. Por esta razón, el 10 de abril de 1994 comenzó una intensa preparación en un campo en Santa Rosa, bajo la supervisión de Fernando Signorini.
El plan del preparador físico era que Maradona “volviera a las fuentes”. Incluso la reacción del “10” al llegar fue: “¿Adónde me trajiste?”. “A Fiorito”, le respondió Signorini.
El entrenamiento fue feroz, pero con el objetivo en mente de acoplarse a un equipo repleto de grandes figuras. Por entonces, el equipo del “Coco” era bicampeón de América, había alcanzado un récord de 31 partidos invicto y sufrió, sí, un fuerte revés con el 0-5 que le propinó Colombia en el Estadio Monumental, por las Eliminatorias.
Con todo ese recorrido, y con sed de revancha por la final perdida ante Alemania, Maradona fue a Estados Unidos. Solamente pudo disputar dos partidos: el 4-0 ante Grecia y el 2-1 frente a Nigeria, donde fue sometido al control antidoping que le dio positivo y de inmediato fue expulsado de la Copa del Mundo. El día donde expresó la célebre frase: “me cortaron las piernas”.
¿Por qué Ricardo Bochini no jugó los mundiales de 1978 y 1982?Ese tanto icónico fue el 3-0 de la Selección argentina. La velocidad y la precisión fueron las protagonistas de la jugada en la que participaron el propio Maradona, Abel Balbo, Fernando Redondo y Claudio Caniggia, que finalizó con un zurdazo del “10” para dejar parado a Antonis Minou, el arquero griego.
Además de la efusividad del festejo, el gol quedó inmortalizado por ser el último gol de Diego con la camiseta de la Selección, llegando a 34 gritos de Argentina.